Es una creencia muy extendida y compartida por las empresas que el éxito de las organizaciones, en un mercado globalizado como el actual, depende básicamente de su fuerza laboral. Sin trabajadores sanos y motivados sería imposible superar los desafíos que se presentan.

De ahí que cada vez más compañías apuesten por reforzar la salud empresarial con medidas que impulsen el bienestar laboral de su personal, más allá de las condiciones mínimas requeridas por la legislación. Es un reto que se convierte en un ‘must-have’ de los directivos para 2020. Pero, ¿en qué consisten estas prácticas?

¿Qué son los programas de salud empresarial?

Cuando hablamos de salud empresarial, según la definición de la European Network for Workplace Health Promotion, nos referimos a “los esfuerzos combinados de empleadores, empleados y la sociedad para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el trabajo”.

Es decir, los programas de salud empresarial no suponen el mero cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos laborables, sino que las ‘compañías saludables’ van más allá de las exigencias legales, implementando mejoras en la organización del trabajo y del entorno laboral , promoviendo estilos de vida saludables entre la plantilla y facilitando el equilibrio entre empleo y la esfera personal

Como sostiene Alejandra Ramírez en Cómo crear una política de salud empresarial, “las empresas socialmente responsables no solamente tienen un compromiso con el planeta, los clientes y consumidores, también deben responder ante sus colaboradores y necesitan preocuparse por su bienestar tanto físico como emocional”.

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¿Por qué implementar políticas de salud empresarial?

Aunque el empleado puede parecer el principal -o único- beneficiario de estos programas de salud empresarial, lo cierto es que crear una cultura del bienestar genera también un impacto igualmente positivo para la empresa.

¿Qué beneficios aportan las políticas de salud empresarial?

  1. Bienestar físico. Promover el ejercicio y los hábitos de vida saludables entre  los empleados  reduce el riesgo de que los profesionales sufran enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad, depresión…, según la investigación Health Benefits of Physical Activity: The Evidence, de D.E.R. Warburton, C.W. Nicol y S.S.D. Bredin.
  2. Salud mental. Del mismo modo, una cultura del bienestar ejerce un efecto sorprendente en la salud mental de los empleados, con mejora de los estados de ánimo, calidad del sueño, gestión del estrés, facilidad del aprendizaje y efectividad en la toma de decisiones, según el estudio Physical Activity for Everyone: The Benefits of Physical Activity, de la División de Nutrición, Actividad y Obesidad de Centers for Disease Control and Prevention.
  3. Ahorro de costes. Al reducir las enfermedades del personal, las empresas logran un importante ahorro en costos de atención médica y Seguridad Social de hasta un 26,1%. Por ejemplo, el trabajo Inadequate Physical Activity and Health Care Expenditures in the United States, de S.A. Carlson, J.E. Fulton, M. Pratt, Z. Yang y E.K. Adams, desveló que los adultos físicamente activos tienen gastos anuales de atención médica más bajos que los adultos insuficientemente activos.
  4. Absentismo. Los estudios también demuestran que los programas de salud empresarial consiguen que los trabajadores se ausenten de su trabajo  con menos frecuencia, según recoge el trabajo Ten Modifiable Health Risk Factors Are Linked To More Than One-Fifth Of Employer-Employee Health Care Spending, de R.Z. Goetzel y otros autores. De hecho, los empleados que realizan al menos 75 minutos de actividad física por semana faltan a sus puestos de trabajo un promedio de 4,1 días menos al año que sus compañeros, de acuerdo con Relationship of Body Mass Index and Physical Activity to Health Care Costs Among Employees, de F. Wang, T. McDonald, K.J. Champagne y D.W. Edington.
  5. Productividad. Asimismo, la salud empresarial dispara los niveles de energía del personal, aumentando la capacidad de trabajo, la proactividad, la satisfacción y la motivación de los trabajadores, según afirman F.J. Penedo y J.R. Dahn en Exercise and well-being: a review of mental and physical health benefits associated with physical activity. Como consecuencia, la organización puede disponer de una fuerza laboral más productiva, como evidencia la Healthier Worksite Initiative.
  6. Reputación. El hecho de contar con políticas de bienestar laboral en la empresa sirve como atractivo para atraer y retener el talento, ya que mejora notablemente la reputación y el employer branding de la compañía, permitiendo que la organización pueda contar con los mejores perfiles en sus filas.
  7. Rentabilidad. Según los estudios de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, por cada euro invertido en programas de salud empresarial  se obtiene una rentabilidad de entre 2,5 y 4,8 euros.

¿Cómo implementar programas de salud empresarial?

Ahora bien, en función de las necesidades de cada compañía,  podemos encontrar programas de muy diferente índole, desde iniciativas para promover el deporte entre la plantilla a través de descuentos en gimnasios o sesiones de yoga en la oficina, hasta comedores con dietas saludables o programas para luchar contra el tabaquismo…

No obstante, la European Network for Workplace Health Promotion recoge una serie de pautas que todas estas organizaciones deben seguir para que las medidas sean realmente efectivas:

  • Los programas deben contar con el apoyo e impulso del personal directivo de la empresa.
  • Las medidas deben estar alineadas con la política global de la compañía.
  • Es necesario que exista una provisión de recursos financieros y materiales suficientes para poner en marcha las iniciativas.
  • Los empleados deben ser partícipes en la planificación e implantación de las políticas de salud empresarial.
  • El plan de bienestar laboral debe basarse en una comprensión integral de la salud.
  • Los programas deben responder a un análisis previo sobre las necesidades de la organización e incluir medidas para su mejora continua.
  • La batería de medidas debe estar coordinado por un profesional y su información debe estar disponible de forma regular para todo el personal.
  • El impacto del plan de salud empresarial debe evaluarse periódicamente y cuantificarse en función de indicadores específicos.

¿Por dónde comenzar? En el grupo P&A contamos con varios programas sobre Salud, Prevención y Seguridad dentro de nuestro catálogo formativo con los que los directivos pueden comenzar a implantar en sus organizaciones medidas de salud laboral, como el plan para dejar de fumar enfocado a los trabajadores.

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