Dentro de las características con las que se puede llegar a definir a una organización, saber si se trata de un entorno saludable o no, se ha transformado en una preocupación que impera en entidades del mundo entero. Es fácil identificar una organización saludable de una que no lo es y que, por ello, recibe la definición de organización tóxica. En el primer grupo han pasado a estar englobadas aquellas empresas que cuidan más a sus empleados y que se preocupan por algo más allá de cubrir las necesidades de sus clientes.

¿Qué es una organización saludable?

Se utiliza esta definición para identificar a aquellas empresas que han pasado a un siguiente nivel en cuanto a la forma de organizar su entorno. Desde que se realizaran varios estudios sobre la forma en la cual la psicología positiva actúa de manera directa en las organizaciones, algo que ocurrió en los años 90, son cada vez más empresas las que tratan de encajar en el perfil saludable. Para ello tienen que llegar un poco más adelante en cuanto a la manera de tratar y cuidar de sus empleados a todos los niveles.
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Guía: ¿Cómo ser un buen líder de equipo?

 
Las organizaciones saludables cuentan con un líder y un grupo de jefes de división que saben que maximizar la productividad implica, antes de ello, proporcionar el mayor bienestar a los trabajadores. Una vez se ha puesto en movimiento un plan adecuado para lograr un entorno de trabajo saludable, llega a tener tanta importancia la consecución de los objetivos como que los empleados se encuentren a gusto en su puesto laboral. Los efectos positivos que se dan como resultado de esto, no solo abarcan al ambiente de la oficina y los empleados, sino que también tienen capacidad para notarse entre los clientes de la organización e incluso por parte de la sociedad en general. Es fácil identificar una organización saludable de una tóxica, especialmente en la actualidad con los medios de comunicación existentes y la facilidad para llegar a los demás de forma online.
De mantener un factor saludable óptimo en una empresa, esta se beneficia y mejora muchos de sus rasgos principales. Se puede comprobar al reducir el nivel de estrés en el trabajo, aumentar la confianza de los empleados y mejorar la conducta organizacional de cualquier tipo de entidad. De forma derivada hasta el estado económico de una empresa puede terminar mejorando si esta adopta un punto de vista saludable.
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¿Cómo lograr empleados más sanos y productivos para organizaciones saludables?

Conseguir que una organización sea saludable requiere invertir esfuerzos en alcanzar en tres pilares fundamentales: generar puestos de trabajo de calidad, dar forma a un ambiente social y colaborativo, así como proporcionar oportunidades adecuadas para todos los trabajadores.

  1. Puestos de trabajo realmente saludables
    Es difícil imaginar que todos los miembros de una empresa que todavía no ha decidido adoptar un perfil saludable al 100% estén satisfechos y contentos con su trabajo. Es importante trabajar para eliminar los puestos laborales tóxicos, o dicho de otra forma, aquellos que hacen infelices a quienes los ocupan. Siempre es recomendable ofrecer un entorno agradable que esté representado por puestos de trabajo bien definidos y seleccionados. Esto ayuda a reducir el estrés y aumentar el compromiso y satisfacción de los empleados, lo que acaba derivando en que estos rendirán a un nivel de productividad superior.
  1. Un entorno agradable de colaboración
    A nadie le gusta pensar que se encuentra solo en la empresa, haciéndose cargo de un importante volumen de tareas sin poder contar con el apoyo de sus compañeros. Por eso es importante que las organizaciones saludables proporcionen a su entorno de trabajo un aspecto social, colaborativo y de apoyo. Crear lazos entre los distintos compañeros puede ser la forma de superar crisis, de salir adelante en momentos difíciles y de transmitir una sensación mayor de familiaridad por parte de los miembros de un equipo. Unificar bajo esta filosofía a los distintos empleados de una empresa ayuda a que el entorno sea más saludable y que esto acabe siendo beneficioso a todos los niveles.
  1. Oportunidades para quienes las necesiten
    Nunca se debe olvidar a la hora de dirigir una empresa y equipos de trabajo, estén formados por más o por menos trabajadores, que más allá del trabajo cada persona tiene su vida. Por eso es tan relevante proporcionar oportunidades a quienes las necesiten o sean merecedores de ellas. La oportunidad de desarrollar una carrera más allá y de no sufrir estancamiento en un mismo puesto de trabajo es básica, así como crear un entorno equitativo en el cual todos los empleados disfrutan de los mismos derechos y privilegios.


Lo más importante de todo es que siempre se tiene que apostar por ayudar al equipo a que disfrute de un equilibrio adecuado entre la vida de la que parten en el trabajo y la que tienen fuera de él.
Un empleado equilibrado, que sea feliz tanto dentro como fuera de la oficina, es un empleado que rendirá al máximo y que contagiará de su felicidad y entusiasmo a quienes trabajan con él.


«Encuentra la felicidad en el trabajo o no serás feliz» (Cristobal Colón)

 

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